En TyN Magazine tuvimos la oportunidad de hacer el review de uno de los dispositivos tecnológicos más interesantes que se han presentado a nivel mundial en 2022: The Freestyle de Samsung. El equipo, que pesa 700 gramos, es un proyector portátil que puede ofrecer una pantalla de hasta 100 pulgadas y, a la vez, es un Smart TV.
El producto se puede conectar a un televisor a través de un cable con Micro HDMI o a un celular mediante una conexión Wi-Fi, pero lo más interesante es que trae incorporado el sistema operativo Tizen OS de los TVs de Samsung lo que permite ver Netflix, YouTube o Disney sin necesidad de estar vinculado a otro dispositivo.
The Freestyle se ve diferente a los proyectores convencionales. Esto se debe a que Samsung se desvió de la forma rectangular tradicional y colocó el proyector, los parlantes y el procesador dentro de un cuerpo cilíndrico bastante elegante. Este se sostiene sobre una base que cuenta con una bisagra que gira hasta 180 grados, lo que convierte en un dispositivo bastante versátil.
Al frente del proyector, se encuentran los botones táctiles para encender el equipo y bajar y subir el volumen. Los botones responden bien, sin embargo, su posición es un poco molesta porque tratar de apretarlos mientras el dispositivo está prendido significa que estaremos mirando en dirección de un haz de luz bastante intenso. En el costado izquierdo del cuerpo se ubican dos puertos (uno USB-C para la energía y otro mini-HDMI para conectarlo a un dispositivo externo).
Por suerte, para no tener que usar los botones físicos del proyector mientras el equipo este prendido viene incluido en la caja un control remoto pequeño bastante útil y fácil de usar que cuenta con una rueda de navegación y botones de acceso directo para Netflix, Prime Video, Disney+ y Samsung TV Plus.
El hardware en forma de pequeño barril se siente bien hecho. The Freestyle tiene un buen aspecto y se integra muy bien en las habitaciones. La tapa de silicona que viene con el producto para cubrir y proteger el frente del proyector brinda seguridad adicional ante cualquier golpe.
El dispositivo es lo suficientemente compacto como para guardarlo en una bolsa o mochila para llevarlo a un viaje. Es muy simple instalar The Freestyle en el patio de una casa para una noche de cine, aunque el equipo siempre tiene que estar conectado a un enchufe para poder funcionar. Sin embargo, se le puede dar energía a través de baterías portátiles que sean capaz de proporcionar una potencia de 50 watts.
La configuración es sencilla y se puede realizar con la aplicación móvil SmartThings de Samsung (con la ayuda de un código QR que se proyecta en la pared) o en simples pasos a través del menú del proyector. La primera vez que use el equipo fue un proceso extremadamente sencillo, no muy diferente al de configurar un Smart TV. El control remoto respondió de manera correcta ante cada click. Incluso después de que estaba en funcionamiento, la experiencia del software fue bastante buena e intuitiva.
La característica más importante de cualquier proyector es el brillo. Afortunadamente, The Freestyle no falla en este apartado. Su haz de luz tiene una potencia de 550 lúmenes, lo que no está mal para un dispositivo de este tamaño. El producto no supera las expectativas en habitaciones con mucha luz ambiental, pero al atenuar un poco la iluminación o al usarlo luego del atardecer las cosas cambian totalmente y se puede disfrutar de una experiencia visual muy interesante.
Su resolución llega hasta un máximo de Full HD (1080p) y cuenta con soporte para HDR10. Posee los modos de imagen Dinámico, Estándar, Película. Standard es el mejor, ya que ofrece la mejor combinación de imágenes nítidas y autenticidad del color.
En una habitación completamente oscura, los negros pierden algunos detalles. Las imágenes más brillantes funcionan mejor. Pero al balancear eso con la capacidad de crear una imagen grande (hasta 100 pulgadas) en prácticamente cualquier espacio de una habitación, y este déficit parecerá un precio que vale la pena pagar.
En términos de sonido, The Freestyle es supera las expectativas con creces. El círculo de dispersión que tiene en su base ofrece un sonido bien equilibrado, con una definición de graves y agudos.
El equipo funciona bien cuando se lo pone frente a paredes o pantalla con ángulos extraños. Puede detectar automáticamente el ángulo y crear una imagen rectangular sin problemas de manera rápida. El enfoque automático está incluido en ese ajuste y funciona razonablemente bien y también se puede mejorar el enfoque de manera manual desde el menú.
The Freestyle es un producto interesante que supera las expectativas en varios aspectos como diseño, imagen, facilidad de uso, sonido y versatilidad. Sus únicos defectos son la necesidad de estar siempre conectado a una fuente de energía y su rendimiento en habitaciones muy iluminadas.
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